Según el experto Joseph Daccarett
TLC con Estados Unidos mejorará
calidad de vida del ciudadano común
*Obras de infraestructura que no se han hecho se convierten en valor agregado para que empresas se ubiquen en la Costa Caribe.
Por: SANTOS SUÁREZ BADILLO
Periodista sector Comercio Exterior
Joseph Daccarett,
experto en temas económicos.
Uno de los más acuciosos analistas de los tratados de libre comercio, especialmente el suscrito por Colombia con Estados Unidos, es el empresario Joseph Daccarett, quien considera que entre los efectos positivos que le traerá este TLC a nuestro país, se encuentra el acceso a productos importados con mejores precios, lo que redundará en la calidad de vida de los que llama ciudadanos del común.
El experto habló sobre las implicaciones de este tratado internacional, subrayando en que no es la panacea, pero que se trata de una herramienta que bien utilizada le permitirá a la región ser ganadora.
A continuación presentamos la amplia entrevista que nos concedió, en la cual dice que hubo tiempo suficiente para prepararse y aquellos que no lo hicieron resultarán afectados.
¿En realidad qué tan importante es el TLC con Estados Unidos para la economía regional y del país en general?
El Tratado de Libre Comercio es una herramienta, primero que todo, no es la panacea, no hemos tocado las puertas del cielo; es simplemente una herramienta comercial que tenemos que sa-ber aprovecharla de manera positiva.
Me preocupa el capital humano, creo que estamos muy retrasados en la formación del capital humano. Aquí se habla de la ubicación geográfica, de la cercanía a los grandes mercados de los Estados Unidos, se habla de que somos un puerto, que tenemos un río.
Y todo eso es cierto y realmente somos una región ganadora, pero si no existe un capital humano debidamente formado, además de que el desarrollo y crecimiento no se van a lograr pagando bajos salarios a gente sin capacidad, sino pagando buenos salarios a gente con creatividad, imaginación y capacidad productiva, no vamos a lograr ser competitivos frente a los mercados que queremos conquistar como es el de los Estados Unidos en este caso.
¿Usted cree que en este momento esa es una de nuestras grandes desventajas?
Indudablemente, yo creo que la calidad de la educación de Colombia, sin entrar a calificar de buena o mala, quizás ha sido errónea en el sentido que no se nos preparó para un mundo globalizado, y ahorita estamos corriendo en todas las escuelas y universidades formando a un nuevo ciudadano, a un nuevo empresario para que entienda como funciona el sistema global de comercio.
¿Y en el tema de infraestructura también vamos a correr?
Bueno indudablemente el tema de infraestructura es bastante frágil en Colombia, pero por fortuna nosotros estamos en la Costa y eso nos da una gran ventaja frente al interior del país, porque las obras de infraestructura que no se han hecho, en estos momentos se convierten en un valor agregado para ubicarse en la Costa, porque lo que se produzca acá se embarca aquí mismo y eso nos ahorra, no solamente los grandes costos de transporte, sino que la red vial está bastante destruida por los inviernos tan fuertes que hemos tenido y por la falta de obras que no se han hecho durante muchísimos años para crearla y unir al país vía carreteras.
¿La reactivación de la carga por el río Magdalena es la panacea en materia de transporte?
Yo creo que más que una panacea es la alternativa más inteligente que puede tener el país hoy. Le hago un pequeño paréntesis para explicarle: si usted revisa el mundo, las grandes ciudades del mundo, las grandes metrópolis del mundo, todas están al lado del mar o al lado de un gran río, siendo esto las rutas naturales del comercio en sus inicios y aún hoy día.
Usted no ve una gran capital a 3000 metros de altura y las que ve son ciudades bastante pobres como el caso de La Paz en Bolivia, y en el caso de Bogotá porque las hemos ido acercando al mar a través de túneles y carreteras por el lado de Buenaventura, pero normalmente las grandes urbes del mundo, todas están cerca del mar y del río.
Siendo así, Barranquilla es una ciudad que tiene mar y tiene río, y la única manera y la más económica de poder bajar la gran riqueza que está en el interior del país hacia el exterior es vía río Magdalena. Si no aprovechamos esta coyuntura y no utilizamos el río como la ruta más importante para bajar esos productos, creo que no vamos a estar competitivos.
¿Cuáles van a ser las consecuencias positivas del TLC?
En lo positivo primero hay que decir que este es un país que viene importando de Estados Unidos no ahora, hace muchos años. Con el Tratado de Libre Comercio a partir del 15 de mayo y una vez se agoten los inventarios que actualmente tienen, que han pagado impuestos, se va a ver reflejado en un mejor precio final al consumidor colombiano. Eso significa que al consumidor colombiano su dinero le va a alcanzar para adquirir mejores bienes y esto se refleja en una mejor calidad de vida para el ciu-dadano común.
Segundo, las industrias van a poder obtener sus materias primas, las que las traen de Estados Unidos, a un mejor precio y así el producto final que se manufactura y se exporta va a tener un mejor precio competitivo en los mercados internacionales y para los mercados internos.
En cuanto a que nosotros podamos competir con los Estados Unidos, la reducción de los aranceles va a permitir que muchas industrias puedan manufacturar a mejores precios y así lograr ser competitivos, y en segundo lugar, vendrán muchas inversiones, porque al día de hoy aún la mano de obra colombiana que de por sí es muy buena, sigue siendo más económica que la mano de obra en los Estados Unidos. Esto nos permite a nosotros jalonar ciertos sectores a que vengan a Colombia y manufacturen, teniendo el principal mercado del mundo a 72 horas en barco y dos horas en avión.
¿Y las negativas?
La parte negativa es que habrá algunos sectores que saldrán bastante golpeados, porque habrá productos norteamericanos que indudablemente van a entrar al mercado y van a afectar algún tipo de industria. Hay algunas que han sido protegidas como el caso de los pollos, huevos, granos, de la agricultura, que tienen desgravación a 10, 12, 13,15, 18 años, pero hay otros sectores que si no se modernizan, si no se automatizan, si no le implementan nuevas tecnologías, entendiendo por esto último también una mejor manera de administrar, no sólo máquinas, estos sectores pueden llegar a desaparecer.
Pero así mismo también hay que llegar a decirlo, se están creando nuevas industrias que antes no existían, como el caso de los Call Center y BPO´s, que están generando una fuente de trabajo muy importante donde ya hay 4 o 5.000 personas ubicadas en este tipo de empresa; pero volvemos a lo anterior, se requiere que hablen inglés, entonces ahí volvemos al tema del capital humano. Hay que formar un capital humano para poder tener acceso a estas nuevas oportunidades de negocios que nos va a presentar el Tratado de Libre Comercio.
¿Algunos ganaderos están diciendo que el TLC los obligará a dedicarse a otros negocios, cómo analiza esa posición?
Yo no es que sea crítico del sec.tor agrícola, pero hace diez años se venía hablando de que iba a haber un Tratado de Libre Comercio y algunos lo han entendido y hecho la tarea para modernizarse; otros pensaron que esto era algo que nunca iba a suceder, entonces ahora cuando es una realidad, entonces salen a quejarse. Yo creo que este es un poco el modelo mental de nuestro agricultor, de nuestras personas dedicadas al campo.
Yo creo que se requiere es viajar y mirar qué se está haciendo en los otros países para ser más competitivos y aplicar todas esas tecnologías acá y no quejarse tanto, porque esta es una realidad. La globalización no la impone Estados Unidos, la imponen las comunicaciones, el Internet, y esta no es una ten-dencia únicamente Colombia-Estados Unidos. Miremos a Perú por ejemplo que tiene 34 Tratados de Libre Comercio firmados, Chile tiene 30 Tratados de Libre Comercio firmados, mientras que Colombia creo que escasamente tiene 12 o 14; entonces qué va a pasar cuando tengamos 30 o 40 Tratados de Libre Comercio?. Ya se habla de firmarlo con Corea, con Israel.
Entonces aquí lo que hay que hacer es no quejarse y mirar cómo vamos nosotros a replantear y meterle reingeniería, imaginación, capacidad productiva a nuestras empresas para hacerlas cada vez más viables frente a estos nuevos retos que nos presenta el mundo.
*Obras de infraestructura que no se han hecho se convierten en valor agregado para que empresas se ubiquen en la Costa Caribe.
Por: SANTOS SUÁREZ BADILLO
Periodista sector Comercio Exterior
Joseph Daccarett,
experto en temas económicos.
|
Uno de los más acuciosos analistas de los tratados de libre comercio, especialmente el suscrito por Colombia con Estados Unidos, es el empresario Joseph Daccarett, quien considera que entre los efectos positivos que le traerá este TLC a nuestro país, se encuentra el acceso a productos importados con mejores precios, lo que redundará en la calidad de vida de los que llama ciudadanos del común.
El experto habló sobre las implicaciones de este tratado internacional, subrayando en que no es la panacea, pero que se trata de una herramienta que bien utilizada le permitirá a la región ser ganadora.
A continuación presentamos la amplia entrevista que nos concedió, en la cual dice que hubo tiempo suficiente para prepararse y aquellos que no lo hicieron resultarán afectados.
¿En realidad qué tan importante es el TLC con Estados Unidos para la economía regional y del país en general?
El Tratado de Libre Comercio es una herramienta, primero que todo, no es la panacea, no hemos tocado las puertas del cielo; es simplemente una herramienta comercial que tenemos que sa-ber aprovecharla de manera positiva.
Me preocupa el capital humano, creo que estamos muy retrasados en la formación del capital humano. Aquí se habla de la ubicación geográfica, de la cercanía a los grandes mercados de los Estados Unidos, se habla de que somos un puerto, que tenemos un río.
Y todo eso es cierto y realmente somos una región ganadora, pero si no existe un capital humano debidamente formado, además de que el desarrollo y crecimiento no se van a lograr pagando bajos salarios a gente sin capacidad, sino pagando buenos salarios a gente con creatividad, imaginación y capacidad productiva, no vamos a lograr ser competitivos frente a los mercados que queremos conquistar como es el de los Estados Unidos en este caso.
¿Usted cree que en este momento esa es una de nuestras grandes desventajas?
Indudablemente, yo creo que la calidad de la educación de Colombia, sin entrar a calificar de buena o mala, quizás ha sido errónea en el sentido que no se nos preparó para un mundo globalizado, y ahorita estamos corriendo en todas las escuelas y universidades formando a un nuevo ciudadano, a un nuevo empresario para que entienda como funciona el sistema global de comercio.
¿Y en el tema de infraestructura también vamos a correr?
Bueno indudablemente el tema de infraestructura es bastante frágil en Colombia, pero por fortuna nosotros estamos en la Costa y eso nos da una gran ventaja frente al interior del país, porque las obras de infraestructura que no se han hecho, en estos momentos se convierten en un valor agregado para ubicarse en la Costa, porque lo que se produzca acá se embarca aquí mismo y eso nos ahorra, no solamente los grandes costos de transporte, sino que la red vial está bastante destruida por los inviernos tan fuertes que hemos tenido y por la falta de obras que no se han hecho durante muchísimos años para crearla y unir al país vía carreteras.
¿La reactivación de la carga por el río Magdalena es la panacea en materia de transporte?
Yo creo que más que una panacea es la alternativa más inteligente que puede tener el país hoy. Le hago un pequeño paréntesis para explicarle: si usted revisa el mundo, las grandes ciudades del mundo, las grandes metrópolis del mundo, todas están al lado del mar o al lado de un gran río, siendo esto las rutas naturales del comercio en sus inicios y aún hoy día.
Usted no ve una gran capital a 3000 metros de altura y las que ve son ciudades bastante pobres como el caso de La Paz en Bolivia, y en el caso de Bogotá porque las hemos ido acercando al mar a través de túneles y carreteras por el lado de Buenaventura, pero normalmente las grandes urbes del mundo, todas están cerca del mar y del río.
Siendo así, Barranquilla es una ciudad que tiene mar y tiene río, y la única manera y la más económica de poder bajar la gran riqueza que está en el interior del país hacia el exterior es vía río Magdalena. Si no aprovechamos esta coyuntura y no utilizamos el río como la ruta más importante para bajar esos productos, creo que no vamos a estar competitivos.
¿Cuáles van a ser las consecuencias positivas del TLC?
En lo positivo primero hay que decir que este es un país que viene importando de Estados Unidos no ahora, hace muchos años. Con el Tratado de Libre Comercio a partir del 15 de mayo y una vez se agoten los inventarios que actualmente tienen, que han pagado impuestos, se va a ver reflejado en un mejor precio final al consumidor colombiano. Eso significa que al consumidor colombiano su dinero le va a alcanzar para adquirir mejores bienes y esto se refleja en una mejor calidad de vida para el ciu-dadano común.
Segundo, las industrias van a poder obtener sus materias primas, las que las traen de Estados Unidos, a un mejor precio y así el producto final que se manufactura y se exporta va a tener un mejor precio competitivo en los mercados internacionales y para los mercados internos.
En cuanto a que nosotros podamos competir con los Estados Unidos, la reducción de los aranceles va a permitir que muchas industrias puedan manufacturar a mejores precios y así lograr ser competitivos, y en segundo lugar, vendrán muchas inversiones, porque al día de hoy aún la mano de obra colombiana que de por sí es muy buena, sigue siendo más económica que la mano de obra en los Estados Unidos. Esto nos permite a nosotros jalonar ciertos sectores a que vengan a Colombia y manufacturen, teniendo el principal mercado del mundo a 72 horas en barco y dos horas en avión.
¿Y las negativas?
La parte negativa es que habrá algunos sectores que saldrán bastante golpeados, porque habrá productos norteamericanos que indudablemente van a entrar al mercado y van a afectar algún tipo de industria. Hay algunas que han sido protegidas como el caso de los pollos, huevos, granos, de la agricultura, que tienen desgravación a 10, 12, 13,15, 18 años, pero hay otros sectores que si no se modernizan, si no se automatizan, si no le implementan nuevas tecnologías, entendiendo por esto último también una mejor manera de administrar, no sólo máquinas, estos sectores pueden llegar a desaparecer.
Pero así mismo también hay que llegar a decirlo, se están creando nuevas industrias que antes no existían, como el caso de los Call Center y BPO´s, que están generando una fuente de trabajo muy importante donde ya hay 4 o 5.000 personas ubicadas en este tipo de empresa; pero volvemos a lo anterior, se requiere que hablen inglés, entonces ahí volvemos al tema del capital humano. Hay que formar un capital humano para poder tener acceso a estas nuevas oportunidades de negocios que nos va a presentar el Tratado de Libre Comercio.
¿Algunos ganaderos están diciendo que el TLC los obligará a dedicarse a otros negocios, cómo analiza esa posición?
Yo no es que sea crítico del sec.tor agrícola, pero hace diez años se venía hablando de que iba a haber un Tratado de Libre Comercio y algunos lo han entendido y hecho la tarea para modernizarse; otros pensaron que esto era algo que nunca iba a suceder, entonces ahora cuando es una realidad, entonces salen a quejarse. Yo creo que este es un poco el modelo mental de nuestro agricultor, de nuestras personas dedicadas al campo.
Yo creo que se requiere es viajar y mirar qué se está haciendo en los otros países para ser más competitivos y aplicar todas esas tecnologías acá y no quejarse tanto, porque esta es una realidad. La globalización no la impone Estados Unidos, la imponen las comunicaciones, el Internet, y esta no es una ten-dencia únicamente Colombia-Estados Unidos. Miremos a Perú por ejemplo que tiene 34 Tratados de Libre Comercio firmados, Chile tiene 30 Tratados de Libre Comercio firmados, mientras que Colombia creo que escasamente tiene 12 o 14; entonces qué va a pasar cuando tengamos 30 o 40 Tratados de Libre Comercio?. Ya se habla de firmarlo con Corea, con Israel.
Entonces aquí lo que hay que hacer es no quejarse y mirar cómo vamos nosotros a replantear y meterle reingeniería, imaginación, capacidad productiva a nuestras empresas para hacerlas cada vez más viables frente a estos nuevos retos que nos presenta el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario