El TLC visto por la Cámara de Comercio

Luis Fernando Castro, 

presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Documento Cámara

de Comercio de Barranquilla.

Hemos tenido en la ciudad una serie de conferencistas e ilustres personajes del orden nacional que nos han instruído sobre las oportunidades que tenemos como empresarios de aprovechar las ventajas que trae el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.

Ese mercado de 310 millones de habitantes es muy apetecido, y a pesar de que mas de un centenar de empresarios de la ciudad exportan sus productos a este país, dando cuenta de que no es imposible conquistar el mercado americano, es necesario que el empresariado en general, empiece a dominar de-talladamente ciertos aspectos técnicos que deben tener en cuenta al decidirse emprender el camino de exportar.

Las llamadas barreras no arancelarias, son normas, leyes,  y estándares que los países imponen como obligatorios a todo aquel que quiera ingresar un producto a su territorio nacional, y normalmente son colocados de manera uniforme para que sean cumplidos por todos los socios comerciales que este tenga.

Especialmente el sector alimentario está sujeto al cumplimiento de standards sanitarios y fitosanitarios, e incluso a inspecciones físicas de las entidades extranjeras, que emiten permisos previos a las exportaciones, así como rigurosos controles de las autoridades competentes.

Dentro del TLC con Estados Unidos, se establece la creación de un comité que debe quedar conformado máximo 30 días después de entrada en vigencia el Acuerdo, y que tiene como objetivo principal “…proteger la vida o salud de las personas, animales y vegetales, impulsar las consultas y cooperación entre las partes sobre asuntos sanitarios y fitosanitarios y abordar medidas que afecten al comercio entre las partes”.

Esta herramienta será el espacio que el Gobierno tenga para gestionar cualquier impedimento del tipo sanitario y fitosanitario que de manera injusta esté aminorando nuestras posibilidades de exportar. Sin embargo, no se debe esperar que en este escenario se logre un trato diferente, o se eliminen normas que son aplicadas al resto del mundo.

Tal como Michael Porter lo sugirió en la pasada edición de Expogestión caribe, las barreras sanitarias deben ser tomadas no como un obstáculo, sino como un estándar a cumplir, una meta a la que se deben dirigir los sectores productivos alcanzar, para estar a la talla del mundo.

Por otro lado, encontramos las muy poco mencionadas reglas de origen, que definen las características de los productos que se consideran regionales, es decir provenientes de los países que firman el tratado. 

Para que los productos colombianos accedan a la preferencia arancelaria que otorga los Estados Unidos, el producto deberá ser considerado originario de nuestro territorio en un porcentaje mínimo determinado, que puede variar de acuerdo al producto del 35% al 90%.

En Colombia la DIAN es la entidad encargada a partir del año 2012, de emitir las certificaciones que requiere el empresario para garantizar  el origen de sus productos, y de esa manera, obtener los aranceles preferentes en el país importador. 

Prepararse para el TLC

Es común oir hablar a la gente sobre las amenazas y devastadoras consecuencias, o sobre las maravillas y grandes oportunidades de “EL TLC”, refiriéndose siempre al Tratado de Libre Comercio que Colombia negoció desde el 2006 con Estados Unidos, y que entrará en vigencia después de varios años de espera, el 15 de mayo.

A pesar de que desde hace varios años tenemos tratados de libre comercio con países como Chile, y el grupo del triángulo norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), y mas recientemente con Canadá y Suiza, ninguno de los anteriores acuerdos generó tanta expectativa y conmoción como el que nos brindará en pocas semanas un mercado mas cercano y con menos restricciones para llegar a 310 millones de consumidores.

El 99.9% de los productos industriales quedará libre de aranceles inmediatamente, consolidando para siempre las preferencias que el ATPA y el APTDEA otorgaban de manera temporal al 39% de estos, y adicionando beneficios al 60% restante.

Esta circunstancia es relevante para nuestro departamento, teniendo en cuenta que el 82% de nuestras exportaciones durante el pasado año 2011 correspon-dieron al sector manufacturero (boletín anual de coyuntura económica CCB). 

El 15% de lo exportado fue enviado a los Estados Unidos, el mayor socio comercial de Colombia, y por supuesto mayor destino de las exportaciones de nuestro departamento.

Sin embargo, existen retos y dificultades que aminoran las oportunidades que pueden tener los empresarios para entrar a ese mercado, como lo son las exigencias sanitarias y fitosanitarias para el caso de los alimentos, los productos farmaceúticos, y todo lo relacionado con el consumo humano, que se constituyen en barreras no arancelarias para todo un sector, y que normalmente están plenamente identificadas por la opinión pública, y son objeto de negociaciones alternas y gremiales para derribarlas.

Pero existen otra serie de retos para el empresario, que pueden ser solucionables, y dependen de la voluntad de cada uno de ellos de ingresar al apetecido mercado americano. Nos referimos a las adecuaciones del producto para ajustarse a los gustos de los consumidores, certificaciones de calidad requeridas en el mercado, y hasta los cambios de idioma o medidas de embalaje. Para emprender esa apuesta, la empresa debe contar con los recursos humanos, económicos y tecnológicos que se requieran.

Un centenar de empresas domiciliadas en nuestro departamento exportaron a los Estados Unidos el año pasado, colocando en ese país productos como bolsas de papel, conservas de atún, manufacturas de aluminio, vidrio, medicamentos y globos de latex, fungicidas, y ropa, constituyendo una amplia variedad de productos que han logrado entrar en el mercado americano de manera exitosa, demostrando que no es imposible conquistar ese exigente mercado.

La CCB  ofrece a las empresas el programa de fortalecimiento empresarial que interviene en la empresa en 5 diferentes áreas de manera integral, para lograr brindarle herramientas que le permitan evolucionar: estrategia, acceso a recursos, gobierno corporativo, innovación y acceso a mercados, son los temas que la empresa fortalece y que le ayudan a enfrentar no solo el reto de ingresar a un nuevo mercado internacional, sino a emprender las apuestas de futuro que le permitan crecer.